Como en el inicio y presentación se menciona, la psicología y la educación deben ir de la mano para conseguir una calidad de vida mejor, sea cual sea la edad o etapa en la que se encuentre uno.
No sólo los más pequeños de la casa tienen que adaptarse a nuevos cursos, conocimientos o situaciones, si no que todos debemos hacerlo. A veces por nuestra forma de ver las cosas, esquemas preconcebidos y que la sociedad avanza, tenemos que cambiar y adaptarnos a ello. En definitiva, reeducarnos para afrontar mejor las situaciones nuevas y adversas.
En ocasiones son hechos concretos que afectan a nuestro estado de ánimo o manera de ver la vida. Otras veces son, simplemente, los años, que pasan factura a las capacidades que antes teníamos perfectamente: se nos olvida el televisor encendido, la pota en el fuego, no sumamos como antes o notamos las manos más torpes.
Todo esto, siempre que no haya una enfermedad cognitiva grave (como el Alzheimer avanzado) puede mejorar a base de práctica.
Por eso, es este otro pilar del centro: la psicología para adultos y mayores.
Los servicios o problemas en los que se interviene son:
- Mejora de la autoestima y autoconcepto.
- Ansiedad: estrés, ataques de ansiedad, fobias…
- Procesos de duelo: afrontar el fallecimiento de seres queridos.
- Trastornos del estado de ánimo: depresión.
- Dificultades para adaptarse al envejecimiento (pesimismo, soledad, falta de relaciones sociales…)
- Estimulación cognitiva.
- Entrenamiento de la memoria.
- Psicomotricidad.